Introducción a la Comunicación.

Introducción a la Comunicación.
Alumnos colaboradores: Mari Paz Zamora Miramón /\ César Ubencio Pérez Díaz

lunes, 21 de noviembre de 2016

Estilos únicos de comunicación en culturas especializadas

La presentación siguiente, se centra en las culturas especializadas de seis categorías raciales y étnicas, y dos categorías de género. 

debe tenerse en mente que el término diversidad en este caso, se refiere de igual manera a culturas especializadas que pueden encontrarse dentro de profesiones, clases sociales; religiones del país; organizaciones, como corporaciones, universidades e iglesias.

Nunca debemos asumir que sólo por que una persona pertenece a una categoría social dada, adoptara todas sus características culturales. No debemos estereotipar a los individuos y caer en nuestro etnocentrismo; ya que todos hacemos cosas de manera diferente (principio de la relatividad cultural).








Características de la cultura que marcan una diferencia

Nunca como hasta ahora ha sido tan importante la necesidad de llevarse bien con la gente de todas las culturas especializadas dentro de nuestra sociedad, aceptarlas plenamente y ser capaces de comunicarnos con ellos con mucha precisión.

Si pensamos cobre nuestro género, profesión e historia familiar por un momento, la mayoría puede identificarse claramente con varias culturas especializadas que influyen en cómo nos comunicamos con los demás. 

Presentamos a continuación, características de la cultura que marcan una diferencia.







La influencia de la cultura en la comunicación

La forma en que nos relacionamos verbal y no verbalmente con otros es aprendida de la cultura con la que crecemos. Así mismo lo vestimos; nuestro uso del tiempo; los olores que nos deleitan (y los que nos aborrecemos); las distancias que usamos para interactuar con los otros, y cuándo, dónde y con quién mantenemos contacto visual son dictados, en gran medida, por la cultura de nuestra sociedad o grupo particular. 

Ante lo expresado, a continuación  presentamos los subtemas: comunicación intercultural definida y principios de comunicación intercultural.









domingo, 20 de noviembre de 2016

Objetivos de la comunicación intercultural; Escoffier J.

Parece evidente que cada día es más importante el conseguir una comunicación intercultural eficaz, por ello, Escoffier (1991) establece una guía (pasos) para llevar a cabo el diálogo intercultural:










La comunicación intercultural, o la comunicación y la interculturalidad como fenómenos indisolubles

La interculturalidad requiere necesariamente de la comunicación. La comunicación, comprendida como interacción, es vínculo y relación antes que cualquier otra cosa. Afirma Grimson (2001) que “si comunicar es poner en común, cualquier proceso comunicativo presupone, simultáneamente, la existencia y la producción de un código compartido y de una diferencia”.

En la medida en que la comunidad de vida sea mayormente compartida por los sujetos que interactúan, la posibilidad de incrementar la eficacia de la comunicación y en particular de la comunicación intercultural será también mayor, y en consecuencia, mayor posibilidad habrá que emisor y receptor entiendan, asuman y aprehendan recíprocamente el sentido y significado que tienen las cosas para cada uno de ellos. Dicho de otra forma, “para que cualquier elemento que pueda ser imaginado pueda devenir efectivamente un significante es imprescindible que haga sentido en el interior de una determinada estructura de significación” (Grimson, 2001).

En palabras de Miquel Rodrigo (1999), “podemos hablar de comunicación intercultural como la comunicación entre aquellas personas que poseen unos referentes culturales tan distintos que se autoperciben como pertenecientes a culturas diferentes.”

La comunicación puede ser entendida como intercultural por dos elementos fundamentales: por un lado, por la multiculturalidad propia del encuentro, pues las personas que se comunican pertenecen a referentes culturales distintos y así se autoperciben; por el otro, por el momento en que se alcanza la eficacia comunicativa intercultural (o al menos, es lo deseable), es decir, cuando existe suficiente comprensión mutua. Esta segunda idea se corresponde con lo que Rodrigo denomina “el principio falso de la incomprensibilidad necesaria” (Rodrigo, 1999). La siguiente es una propuesta de definición de la comunicación intercultural que se plantea desde las perspectivas teóricas y conceptuales compartidas anteriormente: la comunicación intercultural es la comunicación interpersonal donde intervienen personas con unos referentes culturales lo suficientemente diferentes como para que se auto perciban distintos, teniendo que superar algunas barreras personales y contextuales para llegar a comunicarse de forma efectiva.
En esta definición están inmersos, ya sea de forma explícita o implícita, los siguientes elementos, que podemos concebir como requisitos para la comunicación intercultural, a saber: la autopercepción y heteropercepción de la diferencia; la disposición a la diferencia; la búsqueda de comprensión mutua y entendimiento; la búsqueda de estrategias para superación de obstáculos; la permanente actitud de negociación de sentidos; el uso de modalidades diversas de comunicación (verbal, no verbal, proxémica, etc.) que coadyuven a la superación de barreras, y, por último, la conciencia de un fin común: la comprensión.

En el campo de la comunicación intercultural existen dos grandes líneas de trabajo. Por un lado, tenemos investigaciones sobre comunicación intercultural interpersonal, que abordan “la comunicación interpersonal entre pueblos con diferentes sistemas socioculturales, y/o la comunicación entre miembros de diferentes subsistemas dentro del mismo sistema sociocultural” (Gudykunst y Ting-Toomey, 1988, citados en Rodrigo, 1999); por el otro, están las investigaciones sobre lo que podríamos llamar comunicación intercultural mediática o mediada, que se centra “tanto en el tratamiento diferenciado de la información de un mismo acontecimiento en medios de distintos países, como en los efectos que tiene un mismo tipo de programa en cada país” (Blumler, Mcleod y Rosengren, 1992, citados en Rodrigo, 1999).
En el primer rubro, predominan los estudios sobre personas procedentes de distintos países (o culturas en el sentido geográfico del término) y son menos en número, aunque no por ello menos importantes, los estudios que ponen el acento en la diferencia que es generada por otros aspectos como el género, la edad, la religión, la preferencia sexual, etc. En el segundo rubro, predominan, además de lo dicho en el párrafo anterior, investigaciones sobre la inmigración en los medios (y, en general, sobre la construcción del otro, del extranjero, del diferente, etc.) y también hay algunos estudios sobre el uso de los medios para favorecer la comunicación intercultural.

Para Miquel Rodrigo (1999), es deseable que los estudios sobre comunicación intercultural interpersonal y sobre comunicación interpersonal mediada, se articulen de forma más eficaz. En muchos casos, en el primer tipo de estudios se ignora el importante papel de los medios de comunicación en los procesos de interculturalidad. En palabras del autor, “no se ha insistido suficiente en que muchas de las imágenes e ideas que tenemos sobre culturas remotas han sido suministradas por los medios de comunicación.)

Sin negar la importancia de los estudios sobre la comunicación intercultural mediada, en este ensayo nos centramos en los procesos interpersonales de comunicación intercultural. Como proceso interactivo, la comunicación permite llevar a cabo la interculturalidad, la hace manifiesta, objetivable. Por otra parte, como principio de contacto, la comunicación contribuye a la interculturalidad en tanto que puede privilegiar (en contextos de negociación o conflicto) el respeto entre sujetos. Como afirma Rodrigo (1999), “si aceptamos la idea interaccionista de la cultura, toda cultura es en su base pluricultural. Es decir, se ha ido formando, y se sigue formando, a partir de los contactos entre distintas comunidades de vida que aportan sus modos de pensar, sentir y actuar.)

Comprender las relaciones interculturales en una situación práctica supone comprender la cultura de los dos mundos en contacto. La comunicación se torna eficaz, logrando un grado de comprensión aceptable para los interlocutores en la medida en que comparten suficientemente las significaciones de lo que dicen. La búsqueda de la eficacia intercultural conduce a crear competencia comunicativa y ésta a establecer pautas asertivas que orientan la experiencia comunicativa hacia una experiencia compartida. Por ello, el éxito o fracaso de la interacción dependerá, en gran medida, de la familiaridad de los participantes con los antecedentes de su interlocutor, las percepciones de las diferencias que los separan y la reciprocidad del propósito. Sólo así, la comunicación pasará de ser un acto individual con ejecutantes individuales a ser una experiencia compartida.


En síntesis, la comunicación intercultural se realiza donde hay contacto entre dos o más entramados diferentes de significados y sentidos, y cuando un grupo comienza a entender, en el sentido de asumir, el significado y el valor de las cosas y objetos para los otros. Esta última definición permite dar paso, para concluir, a una breve reflexión en torno a lo que la Sociología Fenomenológica puede ofrecer en aras de complejizar lo que entendemos por comunicación intercultural.

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Referencia bibliográfica

RIZO GARCÍA MARTA (2013). “La comunicación intercultural, o la comunicación y la interculturalidad como fenómenos indisolubles”. En “Comunicación e interculturalidad. Reflexiones en torno a una relación indisoluble” (34-36). Global Media Journal México: México.

sábado, 19 de noviembre de 2016

¿Qué es la comunicación intercultural?

Cualquier comunicación podría definirse como intercultural (de diferentes culturas o relacionado con ellas). Esto nos podría llevar a un callejón sin salida, ya que la calificación de esta se volvería innecesaria. La única forma de aclarar la situación es constatar la existencia de una graduación en la diferenciación cultural. Así las formas de pensar, sentir y actuar de distintas comunidades de vida estarán más o menos próximas unas de otras porque comparten, por ejemplo, la lengua o algunos elementos de sus estilos de vida. 


Evidentemente cuantos más elementos las comunidades de vida compartan más sencilla será la comunicación entre ellas. Como puede apreciarse, en un extremo tendríamos la diferenciación mayor y en otro la prácticamente casi absoluta indiferenciación. En cada circunstancia la comunicación intercultural tendrá unas características distintas, de acuerdo con la proximidad o lejanía. Sin embargo, aunque no pretenda dar unas recetas multiuso para cualquier situación intercultural, quizás sería útil tener en cuenta una serie de criterios para conseguir una comunicación intercultural más eficaz. Los seres humanos hemos sido socializados en una determinada comunidad lingüística en la que adquirimos unas competencias comunicativas. Si entramos en contacto con personas que hablan una lengua distinta deberemos establecer una lengua común para interaccionar. Es decir, es imprescindible tener una lengua común en la que podamos comunicarnos. Esta competencia lingüística es una condición necesaria, pero no suficiente para una óptima comunicación intercultural. 

El ser humano es un ser básicamente cultural y que la cultura es una construcción del ser humano. A grandes rasgos podríamos decir que cada persona ha nacido en una comunidad de vida en la que se ha socializado. La persona interioriza unas maneras de pensar, de sentir y de actuar. A partir de esta interiorización no sólo comprende el mundo de su colectividad, sino que éste se va a convertir en su mundo. Pero al mismo tiempo esta persona va a ser un elemento constitutivo de esta cultura e, inevitablemente, va a ayudar a su transmisión, su conservación y su transformación. Puede parecer contradictorio, pero téngase en cuenta que una cultura es dinámica y cambiante. Por ello algunas de sus manifestaciones se conservan, otras cambian y otras desaparecen. Todo esto sucede por la interacción comunicativa que se produce en el seno de cualquier entidad de vida. Todos nacemos en comunidades de vida que son además comunidades de sentido porque nos van a dar instrumentos para dar sentido a la realidad de nuestro entorno.



Como puede apreciarse, hemos llegado a otro tema decisivo que es el de la comunicación. La cultura debe su existencia y su permanencia a la comunicación. Así podríamos considerar que es en la interacción comunicativa entre las personas donde, preferentemente, la cultura se manifiesta. Si aceptamos estas ideas debemos señalar qué otras ideas de cultura quedan descartadas y qué consecuencias tiene la orientación escogida. Si partimos de esta postura interaccionista de la cultura, podemos descartar una concepción esencialista de la cultura. Es decir, la cultura no es algo que está más allá de los seres humanos. No es algo inamovible y ahistórico, es decir, que es ajeno a la historia o no establece una relación con ella, por lo que forma parte de la esencia permanente de una comunidad de vida. La cultura se construye por la interacción de los seres humanos, pero al mismo tiempo jamás está definitivamente construida, porque, continuamente por la propia interacción de los seres humanos, está en proceso de construcción. Esto puede apreciarse claramente en el lenguaje que va cambiando a lo largo del tiempo. Si seguimos con la misma concepción interaccionista de la cultura, también deberíamos aceptar que no hay culturas mejores y ni peores.
Evidentemente cada cultura puede tener formas de pensar, sentir y actuar en las que determinados grupos se encuentren en una situación de discriminación. Pero si aceptamos que no hay una jerarquía entre las culturas estaremos postulando el principio ético que considera que todas las culturas son igualmente dignas y merecedoras de respeto. Esto significa, también, que la única forma de comprender correctamente a las culturas es interpretar sus manifestaciones de acuerdo con sus propios criterios culturales. Aunque esto no debe suponer eliminar nuestro juicio crítico, pero sí que supone inicialmente dejarlo en suspenso hasta que no hayamos entendido la complejidad simbólica de muchas de las prácticas culturales. Se trata de intentar moderar un inevitable etnocentrismo que lleva a interpretar las prácticas culturales ajenas a partir de los criterios de la cultura del interpretante. Si no hacemos este esfuerzo de comprensión, la comunicación intercultural se hará más difícil y aumentará la probabilidad de malentendidos. Una cultura no evoluciona si no es a través del contacto con otras culturas. Pero los contactos entre culturas pueden tener características muy diversas. En la actualidad se apuesta por la interculturalidad desarrollada como comunicación, que supone una relación respetuosa entre culturas.


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Referencia bibliográfica

CASTELLS, MANUEL. (2014). COMUNICACIÓN Y CULTURA. Historia Ed: Córdoba, Argentina.

GIMÉNEZ, GILBERTO. (2011). “Comunicación, cultura e identidad: Reflexiones epistemológicas.” Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México: Ciudad de México: México.

LULL., JAMES. (0000). LA ESTRUCTURACION DE LAS AUDIENCIAS MASIVAS. 11/2016, de Info América, Sitio web: http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/lull_01.pdf

Universidad Veracruzana. (2009). “Aspectos de la comunicación intercultural.” 11/2016, de UVI Totonacapan, Sitio web: file:///C:/Users/pc2/AppData/Local/Temp/WPDNSE/%7B013C00D0-011B-0145-3101-34011101C600%7D/Aspectos%20de%20la%20comunicaci%C3%B3n%20intercultural%20_%20Blog%20de%20la%20UVI.html


viernes, 18 de noviembre de 2016

La comunicación intercultural

Conceptos claves
La comunicación intercultural ha sido definida como cualquier situación comunicativa donde interactúan al menos dos personas procedentes de matrices culturales geográficas distintas. Algunas definiciones, incluso, ponen énfasis en el momento concreto en que se pone de manifiesto la habilidad para negociar significados culturales en la interacción comunicativa. Otras definiciones, sin duda más sugerentes, amplían el espacio conceptual de la interculturalidad y consideran motivos de distinción que van más allá de lo geográfico, incluyendo, por ejemplo, dimensiones como la clase social, la edad, el género, la ideología y la preferencia sexual, por citar algunas. En cualquier caso, la clave de la comunicación intercultural es la interacción con lo diferente, con todo aquello que objetiva o, sobre todo, subjetivamente, se percibe como distinto, sea cual sea el motivo de distinción. Hablar de comunicación y de interculturalidad, por lo tanto, implica hablar de una relación indisoluble, de esta manera, optamos por señalar conceptos claves, antes de ingresar al tema de manera directa. 


























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Referencia bibliográfica




HALL, EDWARD T. (1989): "El lenguaje silencioso." Alianza, Madrid: España.

JAKOBSON, R. (1984): “Ensayos de lingüística general.” Ariel, Barcelona: España. 

JUAN CARLOS M. COLL. (2010). “El lenguaje como hecho cultural.” 11/2016, de Eumed Sitio web: http://www.eumed.net/rev/cccss/08/vmbm2.htm

Ana Mazo. (2012). “La vinculación entre el lenguaje y la cultura.” 11/2016, de anamazohidalgo.blogspot Sitio web: http://anamazohidalgo.blogspot.mx/2012/04/la-vinculacion-entre-el-lenguaje-y-la.html