Introducción a la Comunicación.

Introducción a la Comunicación.
Alumnos colaboradores: Mari Paz Zamora Miramón /\ César Ubencio Pérez Díaz

domingo, 20 de noviembre de 2016

La comunicación intercultural, o la comunicación y la interculturalidad como fenómenos indisolubles

La interculturalidad requiere necesariamente de la comunicación. La comunicación, comprendida como interacción, es vínculo y relación antes que cualquier otra cosa. Afirma Grimson (2001) que “si comunicar es poner en común, cualquier proceso comunicativo presupone, simultáneamente, la existencia y la producción de un código compartido y de una diferencia”.

En la medida en que la comunidad de vida sea mayormente compartida por los sujetos que interactúan, la posibilidad de incrementar la eficacia de la comunicación y en particular de la comunicación intercultural será también mayor, y en consecuencia, mayor posibilidad habrá que emisor y receptor entiendan, asuman y aprehendan recíprocamente el sentido y significado que tienen las cosas para cada uno de ellos. Dicho de otra forma, “para que cualquier elemento que pueda ser imaginado pueda devenir efectivamente un significante es imprescindible que haga sentido en el interior de una determinada estructura de significación” (Grimson, 2001).

En palabras de Miquel Rodrigo (1999), “podemos hablar de comunicación intercultural como la comunicación entre aquellas personas que poseen unos referentes culturales tan distintos que se autoperciben como pertenecientes a culturas diferentes.”

La comunicación puede ser entendida como intercultural por dos elementos fundamentales: por un lado, por la multiculturalidad propia del encuentro, pues las personas que se comunican pertenecen a referentes culturales distintos y así se autoperciben; por el otro, por el momento en que se alcanza la eficacia comunicativa intercultural (o al menos, es lo deseable), es decir, cuando existe suficiente comprensión mutua. Esta segunda idea se corresponde con lo que Rodrigo denomina “el principio falso de la incomprensibilidad necesaria” (Rodrigo, 1999). La siguiente es una propuesta de definición de la comunicación intercultural que se plantea desde las perspectivas teóricas y conceptuales compartidas anteriormente: la comunicación intercultural es la comunicación interpersonal donde intervienen personas con unos referentes culturales lo suficientemente diferentes como para que se auto perciban distintos, teniendo que superar algunas barreras personales y contextuales para llegar a comunicarse de forma efectiva.
En esta definición están inmersos, ya sea de forma explícita o implícita, los siguientes elementos, que podemos concebir como requisitos para la comunicación intercultural, a saber: la autopercepción y heteropercepción de la diferencia; la disposición a la diferencia; la búsqueda de comprensión mutua y entendimiento; la búsqueda de estrategias para superación de obstáculos; la permanente actitud de negociación de sentidos; el uso de modalidades diversas de comunicación (verbal, no verbal, proxémica, etc.) que coadyuven a la superación de barreras, y, por último, la conciencia de un fin común: la comprensión.

En el campo de la comunicación intercultural existen dos grandes líneas de trabajo. Por un lado, tenemos investigaciones sobre comunicación intercultural interpersonal, que abordan “la comunicación interpersonal entre pueblos con diferentes sistemas socioculturales, y/o la comunicación entre miembros de diferentes subsistemas dentro del mismo sistema sociocultural” (Gudykunst y Ting-Toomey, 1988, citados en Rodrigo, 1999); por el otro, están las investigaciones sobre lo que podríamos llamar comunicación intercultural mediática o mediada, que se centra “tanto en el tratamiento diferenciado de la información de un mismo acontecimiento en medios de distintos países, como en los efectos que tiene un mismo tipo de programa en cada país” (Blumler, Mcleod y Rosengren, 1992, citados en Rodrigo, 1999).
En el primer rubro, predominan los estudios sobre personas procedentes de distintos países (o culturas en el sentido geográfico del término) y son menos en número, aunque no por ello menos importantes, los estudios que ponen el acento en la diferencia que es generada por otros aspectos como el género, la edad, la religión, la preferencia sexual, etc. En el segundo rubro, predominan, además de lo dicho en el párrafo anterior, investigaciones sobre la inmigración en los medios (y, en general, sobre la construcción del otro, del extranjero, del diferente, etc.) y también hay algunos estudios sobre el uso de los medios para favorecer la comunicación intercultural.

Para Miquel Rodrigo (1999), es deseable que los estudios sobre comunicación intercultural interpersonal y sobre comunicación interpersonal mediada, se articulen de forma más eficaz. En muchos casos, en el primer tipo de estudios se ignora el importante papel de los medios de comunicación en los procesos de interculturalidad. En palabras del autor, “no se ha insistido suficiente en que muchas de las imágenes e ideas que tenemos sobre culturas remotas han sido suministradas por los medios de comunicación.)

Sin negar la importancia de los estudios sobre la comunicación intercultural mediada, en este ensayo nos centramos en los procesos interpersonales de comunicación intercultural. Como proceso interactivo, la comunicación permite llevar a cabo la interculturalidad, la hace manifiesta, objetivable. Por otra parte, como principio de contacto, la comunicación contribuye a la interculturalidad en tanto que puede privilegiar (en contextos de negociación o conflicto) el respeto entre sujetos. Como afirma Rodrigo (1999), “si aceptamos la idea interaccionista de la cultura, toda cultura es en su base pluricultural. Es decir, se ha ido formando, y se sigue formando, a partir de los contactos entre distintas comunidades de vida que aportan sus modos de pensar, sentir y actuar.)

Comprender las relaciones interculturales en una situación práctica supone comprender la cultura de los dos mundos en contacto. La comunicación se torna eficaz, logrando un grado de comprensión aceptable para los interlocutores en la medida en que comparten suficientemente las significaciones de lo que dicen. La búsqueda de la eficacia intercultural conduce a crear competencia comunicativa y ésta a establecer pautas asertivas que orientan la experiencia comunicativa hacia una experiencia compartida. Por ello, el éxito o fracaso de la interacción dependerá, en gran medida, de la familiaridad de los participantes con los antecedentes de su interlocutor, las percepciones de las diferencias que los separan y la reciprocidad del propósito. Sólo así, la comunicación pasará de ser un acto individual con ejecutantes individuales a ser una experiencia compartida.


En síntesis, la comunicación intercultural se realiza donde hay contacto entre dos o más entramados diferentes de significados y sentidos, y cuando un grupo comienza a entender, en el sentido de asumir, el significado y el valor de las cosas y objetos para los otros. Esta última definición permite dar paso, para concluir, a una breve reflexión en torno a lo que la Sociología Fenomenológica puede ofrecer en aras de complejizar lo que entendemos por comunicación intercultural.

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Referencia bibliográfica

RIZO GARCÍA MARTA (2013). “La comunicación intercultural, o la comunicación y la interculturalidad como fenómenos indisolubles”. En “Comunicación e interculturalidad. Reflexiones en torno a una relación indisoluble” (34-36). Global Media Journal México: México.

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